Pacto socios (2)
Reparto de la empresa
Lo primero que tienes que hacer cuando emprendes, es encontrar un buen equipo. Sin equipo, no llegarás a ningún sitio.
En una startup exitosa, la idea sólo tiene el 10% del mérito. El 90% restante está en la ejecución de esa idea. Y la ejecución, depende del equipo.
Al final todo se reduce a las personas. Y las personas, personas son. Seamos realistas: en un buen equipo también hay roces, decepciones, discusiones, peleas y divorcios.
Por eso es tan importante un Pacto de Socios. Por eso, dentro de ese pacto, es determinante cómo repartes la empresa entre los socios al empezar.
Hay muchas formas de hacerlo. Te voy a explicar la que, a mi juicio, es la más eficiente y justa.
Aviso: en este artículo podrá parecer que me pongo muy negativo, casi “conspiranoico”, pensando que todos los socios están mintiendo o lo van a hacer mal. Pero es un ejercicio que se tiene que hacer para evitar problemas que son una realidad en todos las startups. Con el pacto de socios te preparas para lo peor. De modo que, si llega lo peor, será un problema mucho menos grave.
EL PROBLEMA:
El error más común es repartir la empresa en partes iguales. El típico caso de “Somos 3 amigos. Montamos una startup. 33% de la empresa cada uno”. Problemas garantizados.
Un reparto equitativo entre los socios fundadores ni es eficiente, ni es justo. Porque no todos los socios aportan las mismas horas, lo que aporta cada socio no tiene el mismo valor y las responsabilidades de cada socio no tienen el mismo nivel.
Al principio, un reparto equitativo parece la solución fácil. Pero con el paso del tiempo es un punto de discusiones y roces entre los socios:
“Si yo he conseguido todos los clientes y él ninguno ¿por qué tenemos las mismas participaciones?”
“Si yo he desarrollado toda la app ¿Por qué tengo las mismas participaciones que el que sólo lleva las redes sociales?”.
“Si yo tuve la idea original, soy el que ha puesto más dinero y el que le ha dedicado más horas durante este año ¿Por qué tengo las mismas participaciones que el resto?”
Si un miembro del equipo empieza a hacerse estas preguntas. El proyecto acabará mal.
Otro argumento importante a tener en cuenta, en contra del reparto equitativo inicial, es que estás dando participaciones a cambio de simples expectativas de futuro. No son resultados reales.
Por ejemplo: Estás dando el 33% de la empresa a un developer porque dice que va a crear una app súper chula. Pero ¿y si no lo hace? ¿Y si le das un 33% de la empresa pero resulta que crea una app que funciona fatal?.
Estás dando un 20% de la empresa a un crack del marketing porque dice que te va a conseguir clientes como churros. Pero ¿y si no lo hace? ¿Y si no consigue encontrar la estrategia adecuada? ¿Y si resulta que sus puntos fuertes en marketing no son los que necesita tu proyecto?
En el momento que te des cuenta que esa persona no podrá cumplir bien con sus funciones, ya será demasiado tarde.
Por otro lado, están los abandonos. Imagina que un miembro importante del equipo, que está haciendo un gran trabajo, se va a otro proyecto porque le pagan mejor y os deja abandonados al resto. ¿Qué ocurre con su 25% de la empresa? Se lo queda. No se lo puedes quitar. Se va con su 25% y os deja a los demás colgados.
En estas situaciones (bastante frecuentes), quitarle las participaciones a ese socio es extremadamente difícil y, en algunos casos, imposible.
La única opción sería recomprar esa parte de la empresa. Ahí entras en otro problema. Porque tú se lo querrás comprar por 10€ y él te lo querrá vender por 1.000€. Os enfadaréis. No os pondréis de acuerdo. Más problemas.
En definitiva, toda startup necesita pensar bien y de forma objetiva el reparto inicial de la empresa.
LA SOLUCIÓN
Hay muchas formas de hacer un buen reparto de participaciones entre los socios. Yo te voy a explicar la que, a mi juicio, es la más eficiente y justa. Se trata del llamado “Plan de Vesting”
El plan de vesting es un sistema de reparto de participaciones en base a objetivos y resultados. El concepto es muy sencillo: Dar participaciones a cambio de algo real. Nada de participaciones gratis.
A continuación te pongo un ejemplo simplificado de un plan de vesting para un proyecto de una app de eCommerce:
1º Reparto inicial
Socio | Aporta | Recibe inicialmente |
Ana (CTO) |
Conocimientos en desarrollo de software frontend Android (Java, Kotlin) iOS (Swift and core data) y Backend (NodeJS, API rest y Elastic Search).
Experiencia de 5 años en desarrollo de software para apps de eCommerce B2C.
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5% |
Borja (CMO) |
3 años de experiencia en marketing para apps móviles de tipo eCommerce B2C
Conocimientos de herramientas de marketing digital (Google Adwords, Facebook Ads, herramientas de analítica, CRM) y diseño (Photoshop, Ilustrator)
Conocimientos sólidos de inbound marketing.
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2% |
2º incremento por objetivos
Socio | objetivos | incremento |
Ana (CTO) |
1.- Creación de una versión MVP de la app.
2.- Mantenimiento anual de la app.
3.- Creación de la versión Desktop del eCommerce.
4.- Lograr la integración con 10 ecommerce que permita hacer cestas universales.
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Objetivo 1 = +5%
Objetivo 2 = +1% anual
Objetivo 3 = 2%
Objetivo 4 = 2% |
Borja (CMO) |
1.- Alcanzar 1000 ventas
2.- Conseguir un ratio de conversión en venta superior al 2% durante 1 año
3.- Conseguir una cesta media de venta superior a los 100€
4.- Alcanzar un CLTV superior a 24 meses
5.- Alcanzar 10.000 ventas
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Objetivo 1 = +1%
Objetivo 2 = +3%
Objetivo 3 = +1,5%
Objetivo 4 = +1%
Objetivo 5 = +1,5% |
Como se puede ver en el ejemplo (insisto que es un ejemplo simplificado), este método cumple tres objetivos.
1º.- Se protegen las participaciones de la empresa. Porque se entregan sólo a aquellos que realmente aportan algo a cambio. Si el socio consigue todos los objetivos, se lo ha ganado. Si no ha cumplido los objetivos, no está aportando al proyecto lo que prometió, por lo que no puede crecer en participaciones. Así, esas participaciones se podrán ofrecer a otra persona que sí pueda cumplir dichos objetivos
2º.- Mantienes la motivación de los socios clave. Estás dando un incentivo más para que cumplan objetivos que son beneficiosos para el conjunto del proyecto. Si la empresa crece, ellos crecen.
3º.- Te proteges del abandono del proyecto antes de tiempo por parte de un socio. Te aseguras de no haberle dado participaciones de más. Si un socio clave abandona el proyecto antes de cumplir estos objetivos, el abandono no es tan traumático para la sociedad, pues las participaciones se quedan en casa y se podrán ofrecer a otra persona que sustituya al que se ha marchado.
En resumen: nunca des participaciones gratis, asegúrate de que los socios clave realmente pueden aportar a la empresa lo que va a necesitar y haz un buen plan de vesting para evitar problemas en el futuro.
#CaféYalLio